Aleryen Viremoon

Nombre: Aleryen Viremoon
Apodo: Alery
Edad: 17
Sexo: Femenino
Nacionalidad: Desconocida, se dice que es estadounidense.
Ocupación: Humano. Ayudante de barra en el 'Linn Syde'
Familia: *Adoptada. Vive con su madre adoptiva y su abuela.
Lugar en el que reside: Hotel central

Apariencia: Es bastante alta, la encarnación de la elegancia, siempre andando con un porte casi perfecto. Sus ojos, de un dorado intenso, resaltan en su blanquecina piel; y su rostro está enmarcado por su cabellera, larga, lacia y de color verde limón. Su ropa, de un diseño demasiado extraño y difícil de describir.
Vestimenta:


Objetos característicos: *Collar de la suerte. *Pluma de tinta heredada.
Personalidad: Tiene un talento especial para sacarle el lado bueno a todo, y aunque a veces se desanima, rápidamente vuelve a su humor normal. Pese a que a primera vista puede parecer seria y amargada, en realidad es alegre y algo presumida, tomando los halagos no como tal, sino como una verdad indiscutible; y llegando a golpear a cualquiera que la insulte. Su fe en los dioses es lo único que adquirió de su madre adoptiva, y es prácticamente inquebrantable.

Aficiones y Talentos:
Atractivo: No solo nació con un cuerpo de diosa, si no que se esfuerza en mantenerlo a base de rutinas de ejercicio casi asesinas. Por lo mismo, suele resaltar entre la multitud.
Familia rica: Su tatarabuela posee una fortuna de miedo, y aunque no sabe de dónde provienen sus ganancias, ella y sus padres aceptan con toda alegría el dinero que la anciana mujer les da.
Memoria privilegiada: Clara prueba de que es adoptada, dado que tanto su padre como su madre son la mar de olvidadizos. Su memoria es sorprendente, logrando memorizar cualquier cosa que desee en cuestión de segundos.
Fobia (Arañas): A base del “accidente” cuando era joven (caer en un hoyo infestado de arañas), desarrolló una fobia incontrolable a los pequeños bichos, ya sean del tamaño de una canica o sean monstruos con forma de arañas.
Adicional: Le encanta la comida picante. Bilingüe.

Historia:
Viví la mayoría de mi vida en un pueblito cercano a EE.UU (no me preguntes cual es el nombre, porque creo que ni siquiera tiene). No recuerdo mucho de mis primeros años, obviamente era demasiado joven como para al menos saber cómo me llamaba, pero apenas tuve uso de razón, deduje que era adoptada.

¿Por qué? Sencillo: la diferencia entre mis padres y yo es alucinante, e incluso la diferencia entre ellos mismos lo es. Te explicaré:

Mi madre, Dissa, pertenece a un linaje de familia muy alto, de nobleza. Físicamente, es una mujer hermosa, morena, dramáticamente alta, delgada y estilizada, con orejas puntiagudas; sus ojos son de un color verde grisáceo, y siempre lleva su cabello recogido en una trenza larga… muy larga, hasta la rodilla. Pese a que es buena en el arte de la espada, prefirió dedicarse a ser la curandera del pueblo, trabajo un tanto inútil dado que el mayor peligro que podías correr allí era cortarte con una hoja de papel. Su fe por los Dioses es enorme, llegando al punto de tratar de echar a patadas del lugar a cualquiera que ose contradecirla.

Por otro lado está mi padre, Ashtone, miembro de los “Claire”, otro tipo distinto de vida. Algo más común. Su cabello, como el de todos los de su familia, es rubio, y sus ojos son verdes con pupilas en espiral; piel bronceada, cuerpo intermedio (no es flacuchento, pero tampoco es como si el 80% de su cuerpo fuera pura masa muscular) y tamaño promedio. Antes de llegar al pueblito perdido de la mano de los Dioses, se dedicaba a construir maquinarias diversas en una importante empresa (cuyo nombre no recuerdo, pero sonaba japonés. Empezaba por Shin… ga. La, ra, sa, ma. Oh, da igual, ya lo recordaré); y, por supuesto, niega la existencia de los Dioses, alegando que las máquinas son lo que mueve el mundo.

Yo, en cambio, soy una simple “hume”, una híbrida. Formada por dos adultos, que aunque sean muy buenas personas, murieron de la forma más cruel posible. No poseo ningún rasgo de los Claire y muchísimo menos de los familiares de mi madre y; si la mujer que me enseñaba biología no estaba equivocada con eso de los genes dominantes y recesivos entre ‘clanes’, debería haber heredado al menos las pupilas en espiral o la altura descomunal. Hoy en día sé que los hijos de Claire con Evan (el nombre del linaje alto) son bastante comunes, pero en mi pueblo mi familia y yo éramos los fenómenos de circo.

En fin, siguiendo con el tema de mis padres, no solo son polos opuestos en el físico, si no que también lo son en personalidad, creencias, mano que usan para comer… bueno, todo. El tema más discutido es el de las creencias, que acostumbran a discutir a la hora del almuerzo y que, desde la última pelea (en la que casi atraviesan a la tatarabuela con un tenedor y ella amenazó con dejarnos sin herencia) pasó a ser un peligro para el pueblo en general a ser solo un peligro para los que los escucharan; o séase, yo.

Mi teoría fue comprobada en mi cumpleaños número cinco. Mamá y papá habían organizado una fiesta dentro de la casa, llena de música, golosinas, aperitivos, concursos y cosas de esas; y habían invitado a todo el mundo, diciendo que “aquél que quisiese venir podía hacerlo”, y eran mucho mejor recibidos se traían un paquete envuelto en papel de regalo en sus manos.

Cuando ya todos se habían ido, y me entretenía comiendo mi decimoséptimo trozo de pastel de chocolate, mamá se sentó en la silla de la derecha, al igual que papá, solo que él se sentó a la izquierda. Los miré con tranquilidad, demasiado embelesada con el pastel.

―Qué pasa, mami, papi? ―inquirí.

―Hiji… ―empezó mamá, con voz apesadumbrada.

―Tenemos algo muy importante que decirte ―continuó papá.

Murmuré un “ajá” mientras masticaba, indicándoles que siguiesen. De un momento a otro, el poco pastel que quedaba en el plato cayó al suelo, mientras madre me asfixiaba en un abrazo sin darse cuenta, y lagrimillas dramáticas salían de sus ojos.

―¡Perdónanos por no habértelo dicho antes! ―se disculpó, manchando mi vestido con sus lágrimas.

―Aún no se lo hemos dicho… ―hizo notar padre.

―¡Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ―lloraba mamá a moco tendido. Mi piel empezó a tomar varios tonos: morado, azul, verde, rojo…

―Lo que tu madre y yo queremos decirte es que… eres adoptada.

―¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

―¡Dissa, vas a estrangularla! ―alertó papá.

―¿En serio? ―se percató ella, soltándome y sentándose de forma normal.

Tomé una bocanada de aire, y luego los miré extrañada.

―Noooo… ¿En serio soy adoptada? ―dije de forma sarcástica, ante la obvia declaración.

―Sí, cariño ―confirmó mamá, secándose las lágrimas con un pañuelito e ignorando mi sarcasmo―. Sé que te resulta increíble, pero es verdad.

―Todo empezó ―le relevó papá― un día como hoy, hace cinco años…

Sus palabras dieron paso a un flashback. Más allá de eso… no recordé nada.

El flashback terminó, y lo único que se me ocurrió fue ver con incredulidad a ambos, que recordaban el momento con lagrimillas en los ojos. Los tacones que llevaba la mujer del flashback me daban muy mala espina, pero decidí no pensar en ello.

Mamá y papá pasaron el resto de la noche explicándome, con pelos y señales, como había sido mi vida desde ese día hasta hoy; por suerte, acabaron cayendo al suelo completamente dormidos luego de varias horas. Al día siguiente parecían sorprendidos de que no estuviese deprimida o les preguntase de repente quien era mi madre (cosa que obviamente no podrían responder, dado que no le habían visto la cara a la mujer), pero no les presté mucha atención. Después de todo, si ellos me daban más de lo que esa tipa me podría haber dado, entonces ser adoptada era lo mejor.
~~~~~~~~~~~~~~~~~
Imagen: C.C de Code Geass

Spoiler:

Emm guau! menuda ficha eso si antes de que te la acepte has de cambiar tu ocupacion (porque nadie puede tener death note si no la coje. si, caen del cielo cuando un shinigammi la tira ^^U) y bueno, tu madre no puede ser un ser especial (por lo de las orejas puntiagudas, lo de mediodiosa y todo eso) comprende que aqui excepto los shinigammi, son todos humanos. perdonaa ^^U

Cambiada la ocupación, disculpa las molestias. Sobre lo de la madre de mi personaje, en realidad es una simple humana más, pero al describirla Aleryen, como le tiene cierta adoración hacia su persona, la trata de "diosa". Sus orejas puntiagudas son un simple rasgo (como si tuviese los ojos más rasgados o menos, una cosa así). Espero que con este comentario quede todo bien, muchas gracias.

De acuerdo pues ^^ y perdona entonces.

FICHA ACEPTADA

Gracias por registrarte en el foro!! ^-^ espero que lo pases bien. Si quieres presentarte a los demas mas formalmente, puedes hacerlo en el apartado de presentaciones. Un kiss (y perdona de nuevo las confianzas xP)

Reira