Descampado

Llegue y me apoye en uno de los murillos que vallaban el descampado.Me saque la cajetilla de tabaco y las cartas, comence a barajarlas y a juguetear con ellas mientras me fumaba un cigarrillo. Los pensamientos me arroyaron, tenia muchas cosas en la cabeza, llevaba tiempo sin trabajar asi que las deudas comenzaban a llegar y ademas no conocia a casi nadie por aqui, no llevo mucho tiempo y mi japo-english no se entiende demasiado. Segui dandole vueltas a la cabeza sin que se me ocurriera ninguna solucion, barajando y fumando.

Me sobresalte al ver el flash y las cartas se calleron.Me volvi amenazante hacia los arboles y el empezo a correr a toda maquina. No sabia si correr o no me frustre y le grite.
-Cobarde.-la verdad no tenia mucho sentido pero daba igual.Recogi las cartas y tire la colilla. Comence a caminar a paso ligero hacia mi piso, mirando al rededor con la paranoia. No sabia si era verdad o no lo que habia visto pero dado mi oficio no merece la pena correr peligro.

Estaba volviendo a casa después de un día en el centro de la ciudad. Se me había hecho algo tarde, y había perdido el último bus, así que con algo de resignación, me dispuse a volver andando. Siempre me pasaba lo mismo... Aún debía aprender como funcionaba el transporte público aquí.
"En fin, supongo que sólo es cuestión de adaptarse", me repetí esas palabras para mí una vez más, esas palabras que mi madre había repetido tantas veces que yo hasta quería creérmelas.
Suspiré, cuando vi ante mí a un tipo con un aspecto como mínimo curioso, con el que casi me choqué, pues yo andaba a un paso más rápido con él.
Conseguí evitar el choque aminorando la marcha justo a tiempo, y solté un suspiro de alivio, pues no me apetecía meterme en ningún lío, cuando de repente, el asa de mi bolsa se soltó, pues estaba semi-colgando de mi hombro, y cayó el fardo al suelo con gran estrépito.
Casi me muerdo la lengua. El ruido hizo que el individuo se girara.
-Esto... hola. -musité y sonreí algo incómoda, con algo de temor.

Mierda ya la he formado otra vez. Me gire apurado y me avergonce un poco.
-Perdona no era mi intencion.-Le dije mientras me acercaba para ayudarla.
Aun estaba un poco paranoico y miraba con recelo a todos lados y aun que queria que no se notara mandaba señales luminosas.
-En serio perdona, soy un torpon.-le di lo que habia cogido del suelo y le tendi la mano amigablemente.-Draco lewel, encantado.-Dije casi tartamudeando. Era una chica hermosa, se notaba que no era japonesa, y vi que tenia una mueca extraña.

Sonreí levemente, parecía un chico muy amable. Era algo mayor que yo, y aunque su altura y su aspecto eran imponentes, no parecía mala persona. Negué con la cabeza.
-No, tranquilo, no has hecho yo. He sido yo que no miraba por donde iba, y se me han caído los trastos. -le tranquilicé mientras el tal Draco me ayudaba a recoger mi bolsa, muy amablemente, pues en realidad no tenía ningún motivo para hacerlo.
Me levanté, y miré un segundo la mano que me tendía. Finalmente la cogí a modo de saludo.
-Evangeline, igualmente. -sonreí con dulzura. Le miré con curiosidad. parecía estar nervioso.
-Esto... sé que probablemente me meto donde no me llaman, pero, ¿estás bien? -pregunté con timidez.

No, en ese momento no sabia si era una mala pasada de mi mente o realidad y eso me preocupaba, aun asi cambie mi expresion a un tono mas despreocupado y extrovertido.
-Si perfectamente.¿Eres de aqui? quiero decir ¿has nacido aqui?-le pregunte un poco interesado. La verdad necesitaba un poco de diversión.Parecia algo mas joven que yo y de una familia acomodada, ademas tenia la imagen tipica de los personajes de peliculas britanicas, lo cual me llamo mucho la atencion.

Asentí cuando me aseguró que se encontraba bien. Por supuesto, yo no tenía ningún derecho a preguntarle eso, le acababa de conocer.
Sonreí divertida con su última pregunta.
-Pues la verdad es que no, no soy de aquí. -reí un poco. -¿Tan evidente es? -pregunté, realmente divertida. La verdad es que mi cabello rubio y ojos azules debían de contrastar bastante con el gentío de aspecto oriental que encontrabas por las calles de Tokyo.
Me cambié la bolsa de brazo.
-Soy de Londres, aunque ahora vivo aquí, mi familia se mudó, ya sabes, trabajo... -bajé la cabeza y me dediqué a hacer una raya en el suelo polvoriento con el pie.

Del cine a la realidad solo hay un paso, me resulto divertido ver en pleno tokyo una chica inglesa tan tipica.- I'm form United States.-Le sonrei, alguien con quien seria facil comonicarme aun que me venia mejor practicar el japones.-Me alegra ver alguien occidental de vez en cuando.-Mire al fondo de la calle, mi mente me jugaba malas pasadas, notaba presencias donde no habia nada.-Y ¿que tal te va por aqui?-Era una pregunta tonta, si, pero no sabia que decir mi mente estaba ocupada en otra cosa.

Sonreí con calidez, me resultaba muy bonito escuchar a alguien hablar en mi lengua natal. La verdad es que no hablaba japonés tan correctamente como desearía, pero es que tampoco llevaba tanto tiempo en Japón...
-Sometimes truth is stranger than fiction. -susurré con una sonrisa alegre en los labios. "La realidad a veces supera a la ficción", qué gran verdad.
Comprobé que el cielo se estaba volviendo anaranjado, y pensé que ya iba siendo hora que me pusiera en marcha, pues no quería llegar a casa cuando fuera ya de noche. A mamá no le gustaba que rondara sola de noche, cosa que, después del encontronazo con el ladrón, no me extrañaba.
-Oye, Draco, ¿te importaría si fuéramos andando? -bajé la cabeza, tampoco quería ser una molestia. -Es que no quiero llegar tan tarde a casa... y como ambos íbamos en la misma dirección... -murmuré, algo avergonzada.

Me resulto algo divertida la reaccion que tuvo a su propia proposicion, le devolvi la sonrisa y le dije.
-Claro no hay problema, y si quieres te acompaño, es peligroso andar por aqui sola.-solte una sonrisa.-¿te importa que fume?-Me lleve la mano a la chaqueta y me saque un cigarrillo, mostrandoselo. Queria ser cortes, se veia que era una chica con buenos modales, no iva a dejar que mi mala educacion me impidiera relacionarme.

Sonreí agradecida a su oferta, la verdad es que no era necesario que me acompañara, pero también, me sentía más segura con él, sobretodo desde que me intentaron robar la bolsa... Desde luego, Eve, últimamente estabas muy patosa y muy en plan señorita en apuros, pensé para mí.
Sonreí y asentí.
-Bueno, tampoco hace falta si no te va bien, pero... muchas gracias! -le dije, agradecida de verdad, con mi mejor sonrisa.
Empezamos a andar, no demasiado rápido, pues ahora que alguien me acompañaba tampoco había tanta prisa en que no anocheciera, y le miré con curiosidad.
Negué con la cabeza. Yo no fumaba, pero no me importaba. En mi casa, mis dos padres fumaban, lo cual me sacaba bastante de mis casillas, la verdad.
-No, claro, haz lo que quieras. -bajé la cabeza. -Aunque ya sabes que no es sano... -murmuré, algo seria.

Solte una pequeña carcajada, nunca me habian dicho eso, bueno habia leido sobre ello y tenia informacion, pero nunca nadie me lo habia dicho.- Mis pulmones son iguales de cabezotas que yo, aguantan lo que le eche.-le solte una sonrisa. Son pequeños matices los que te alegran un poco el dia, y esta conversacion lo estaba logrando.Le di una larga calada al cigarrillo.- ¿y me puedes decir que te trajo asta aqui?-solte el humo y la volvi a mirar con interes, su vestido me seguia llamando mucho la atencion al igual que sus grandes ojos azules.

Sonreí divertida.
-Sí, sí, tienes pinta de ser un tío duro. -me reí. Seguíamos andando, y el sol de una bonita tarde de invierno empezaba a ponerse a nuestras espaldas.
Le miré con curiosidad.
-¿A qué te dedicas, Draco? Me cuesta imaginármelo. -me reí, divertida. Mi acompañante tenía un aspecto curioso.
Sonreí, contenta por su amabilidad. No conocía a demasiada gente aún, y me hacía feliz conocerles.
-Pues había quedado con unos amigos de clase, y ahora volvía para casa. ¿Y tú?
Noté que me miraba bastante, y me removí un poco, algo nerviosa.

-Si te dijera donde trabajo.........tendria que matarte.- fue una broma, bastante realista. Le solte una carcajada.- Ahora mismo estoy parado, a base de pequeños trabajitos.- me escondi un poco.- Yo simplemente sali a dar una vuelta y, he tenido suerte, me he encontrado con una de las chicas mas hermosas de japon.- Le volvi a sonreir.-¿vives mucho mas lejos?-Le pregunte, tenia que hacerme la cena y creedme no era una mision sencilla, para eso soy muy torpe.

Abrí los ojos un poco demasiado y noté como la sangre subía a mis mejillas pálidas. ¡¿Hermosa?! Guau, no me lo esperaba.
-Vaya, esto... qué amable por tu parte. -no sabía qué responderle. -Supongo que eso será porque mis pintas llaman la atención. -reí, divertida.
Miré para adelante, y negué con la cabeza.
-No, estamos a punto de llegar. -miré a Draco con sonrisa amable. -Si tienes prisa, siempre puedes irte, estoy ya muy cerca, y no me pasará nada, en serio. -le dije totalmente segura.

Mire extrañado a los arbustos, volvi la mirada a Evangeline.-La verdad me haria falta, la cocina es un terreno desconocido para mi, y me va a llevar lo mio hacerme la cena.-Le sonrei. Tenia clavada en la espalda la sensacion de que alguien me espiaba y parecia que me iva a avolver loco, aun asi intente comportarme lo mas normal posible. Saque una libretilla de bolsillo, apunte mi numero y se lo di.- Toma si estas en un apuro o necesitas hablar aqui me tendras.- Le volvi a sonreir, hice una pequeña reverencia.- Wish I can see you again.- Le sonrei y gire la esquina despidiendome con la mano, mientras volvia a darle una chupada al cigarro y miraba de reojo y nervioso a los lados.

Noté como Draco se removía, nervioso. Parecía que se sintiera observado, por como miraba a su alrededor, preocupado, aunque también noté que procuraba disimularlo, probablemente para no preocuparme. Aún así, no pude evitar preocuparme, y estaba a punto de abrir la boca para preguntar, cuando la abrió antes que yo.
Asentí. Sí, era tarde, y si necesitaba tiempo para hacer sus cosas, mejor no le distraía.
Cogí el papel que me dio y lo miré: su número de teléfono. Levanté la vista del papel y la clavé en sus ojos, sonreí agradecida.
-Gracias, de verdad. Lo cierto es que conozco a poca gente por aquí, y me agrada mucho haber hecho un nuevo amigo. -sonreí contenta.
Me despedí con la mano.
-See you soon. -dije alegre, esperé a perderle de vista, y me apresuré a irme a casa. Se había hecho casi de noche del todo, y una brisa de invierno me erizaba el pelo de la nuca, así que anduve tranquilamente y sin ningún accidente hasta mi hogar.